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1,000 Para Silan! Fue la
consigna que consagró la planificación del junte de despedida en el que todos
nos haríamos transparentes. En cumplimiento cabal a mis expectativas, desde que
aborde el vehículo que me transportaría hacia el “Edén del GUTO prometido”, ya sentía que el viaje valía la pena.
La sonrisa del comandante que
estaba piloteando la nave en la que nos trasladamos me daba la plena seguridad
de que la noche prometía... ¡y así fue!
Con el sonar de unas notas musicales provenientes de la guitarra de
Sabina todos los tripulantes aprendimos que algunas cosas resultan ser mucha
pangola para ciertas mulas. Dando una vuelta maroma en mi play list salte de Joaquín
Ramón a Tony Dize y aunque esto me parecía un sacrilegio, me alegro saber que el cambio devolvió la
armonía al entorno.
Cuando ya nos acercábamos a
nuestro destino la desesperación se apodero de mí y me vi en la obligación de
descocotar un galón del etílico que se encontraba a mi lado. Desde que ese
vermífugo entro a mi boca y violo mis papilas gustativas volví a retomar el
enfoque y me dije a mí mismo “Se va gozar”
¡Por fin llegamos! Tal y como se nos había prometido el ambiente
lúgubre y campestre nos envolvió y ahí estaba nuestro anfitrión con una sonrisa
a flor de labios. Era el archí mencionado Silan. Como si de una estrella de
cine se tratara al desmontarnos de los vehículos todos querían saludar a
nuestro humilde servidor que sin quererlo se había convertido en Trending
Topic de nuestras conversaciones por más
de tres semanas.
Entonces todos reunidos frente
a la villa en la deberíamos haber dormido se definió el protocolo a seguir
durante la estadía en los dominios de Silan. Y de inmediato ¡Fuego a la lata!
No quedo una sola botella con tapa, todas con la boca abierta a la espera de
unos labios que la abordaran. Incluso alguien puntualizo que era por la parte
superior, por la parte de arriba, por donde estaba la tapa que salía el
liquido. Todos nos echamos a reír ante tal aclaración similar al descubrimiento
de la fórmula del agua tibia.
Como era de esperarse todos
acudimos como abejas ante el llamado de Silan que con mucho gusto nos preparó unos suculentos Hot Dogs los cuales fueron motivo de todas insinuaciones sexuales
existentes. Luego de eso. Entre piscina,
Romo, música y alegría, todo se desarrolló en el marco que se había planeado
aunque para ser sincero nunca pensé que a partir de la 1:30 AM íbamos a ser víctimas
de una especie de ley seca. Por suerte nos alentaba la promesa de que el
amanecer se acercaba y con él, también se acercaba la llegada de la pieza
faltante que como de costumbre llegaría surtida de ese néctar de caña que nos
saciaría la sed.
En medio de la celebración el
cansancio me invadió y debí alejarme, la buena noticia es que en mi ausencia la
intensidad de la alegría no bajó. Al contrario. Según lo que me contaron al
reintegrarme. El sabor de la celebración aumento de manera desproporcionada a un punto tal que algunas personas se
sentían mal por tanto gozar. Como si no fueran merecedores de semejante regocijo.
En resumen. Muy al margen de
los comentarios mal sanos e irresponsables que suscitó aquel encuentro
amistoso. A quien suscribe le consta la muestra de sinceridad y camaradería con
la que se llevó a cabo este encuentro, siempre surgen quejas, pero para este
simple escribano todo fue perfecto. Es más,
no recuerdo tantas horas de bienestar emocional consecutivas (En otro artículo
explicare las razones)
Me alegró bastante observar que
personas que no comparten a diario pudieron integrarse a la actividad asumiendo
el objetivo general de pasarla bien y mas que ser unos estorbos agregó el
sentimiento casi familiar que dio el toque especial al encuentro.
Y como si todo esto fuera poco.
Una de mis teorías vaginales se volvió a reafirmar. A todos nos quedó claro que
la cantidad de Romo consumido por una dama no garantiza actividad sexual con
ella. Aunque siempre se ha dicho que del
enfermo que come y la mujer que bebe siempre hay esperanza, en esta ocasión se
puso de manifiesto que los principios están por encima de los placeres.
Algunos sostienen y defienden teorías
que van en detrimento de la moral y la integridad de determinados asistentes.
La buena noticia es que eso no afectó a nadie, ya que la mayoría de los
congregados ese día, entendemos que mentes vacías solo sirven para sembrar
dudas y que hacerles caso sería apoyar la ridícula práctica de fundamentar
argumentos sobre la base de la ignorancia.
Incluso el gran Lince tuvo que
interrumpir sus acostumbradas 48 horas de copulación continua ante la
frustración de ver cómo ni la ligadura más infame de licores pudo causar algún
arranque vaginal en sus potenciales presas, a las que había asechado sigiloso y
en soledad como acostumbra este tipo de mamífero. Cuenta la historia que debió
sobrevivir esas horas a base de una rigurosa dieta de masturbaciones
mentales... de hecho, tal y como se le describe generalmente, rara vez se le
vio acompañado.
Finalmente agradecer a todos
por la invitación, sobre todo por las reiteradas muestras de su intención para
que este simple aspirante a ser humano estuviera presente en esa ocasión
especial.
Espero haya otra ocasión para
juntarnos nuevamente y gritar a todo pulmón que son 1,000 para Silan!
